sábado, 3 de marzo de 2012

Los arquitectos piden una revisión “urgente” de las condiciones de contratación, honorarios y responsabilidad civil en el sector



El acto de inauguración de “LASEDE”, el nuevo edificio que acoge, entre otros, las dependencias del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid,  ha contado con la presencia del arquitecto y presidente del Senado, Pío García Escudero; el ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre;  o la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, entre otras autoridades.

En dicho encuentro los arquitectos han lanzado sus principales reivindicaciones en una coyuntura económica difícil y con un sector como el de las construcción en un momento delicado.

José Antonio Granero, decano del COAM, explicó que quiere convertir “LASEDE” en una fábrica de iniciativas. “En esta situación, somos los profesionales y los técnicos quienes tenemos la responsabilidad de dar un paso adelante, para plantear propuestas con el fin de recuperar los sectores en los que tenemos presencia, en colaboración con la empresa y la administración”.

Granero evaluó el trabajo de los arquitectos en época de constricción y crisis. “No podemos seguir despilfarrando, hay que reducir consumos y aumentar talento. Es tiempo de arreglar cosas, de la rehabilitación a la regeneración urbana, simplificar normativas y legislación”.

Al hilo de la misma cuestión, para el decano del COAM es “urgente una revisión que permita reactivar un sector que ha sido fundamental en la actividad económica, social y cultural de nuestro país y ha contribuido a la imagen internacional de responsabilidad y competencia”.

José Antonio Granero cree que la sociedad “demanda cabeza, no florituras ni ocurrencias, y el trabajo de los arquitectos tiene que ver con el orden, el equilibrio y la calidad de vida”.

El presidente del Senado ha dicho en su intervención que con este nueva incorporación arquitectónica, Madrid cobra peso en la élite de las grandes ciudades europeas. Abogó por “presevar estas políticas” en materia arquitectónica y calificó el convenio entre el Ayuntamiento de Madrid y el COAM como “modélico”.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, expresó explícitamente el apoyo del gobierno regional al sector “en una situación delicada. “Creo –agregó- que entre todos nos recuperaremos”.

Más de dos centenares de autoridades
El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ha inaugurado hoy su nuevo edificio, bautizado como “LASEDE”, fruto de la remodelación de las antiguas Escuelas Pías de San Antón de la calle Hortaleza 63.
Se trata de un hito histórico para la sociedad en general y para los 12.000 arquitectos de Madrid en particular (50.000 en toda España). En su seno se van a sentar las bases y los principios que van a presidir el diseño de las ciudades del futuro de nuestro país.

El nuevo edificio acoge la nueva sede del COAM, la Fundación Arquitectura, el Museo Nacional de Arquitectura, el Instituto Arquitectura y centros de Formación de posgrado, la biblioteca y el Servicio Histórico, una sala de exposiciones y una tienda.
Generador de ideas y actividades culturales

La nueva Casa de los arquitectos estrena página web (www.lasede.coam.org). Se localiza entre los barrios de Chueca, Chamberí y Malasaña.

El  proyecto arranca en 2005 y es fruto de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Madrid y el COAM. Adjudica al arquitecto Gonzalo Moure el reto de rehabilitar las antiguas Escuelas Pías con el fin de convertirlas en un lugar abierto a la sociedad. Para el Decano “la ciudad ha ganado un espacio público y la posibilidad de actividades nuevas, no sólo en las dotaciones municipales, sino también en el COAM, cuya vocación es de apertura al ciudadano.”

El complejo ocupa 20.000 metros cuadrados, de los cuales 12.000 albergan “LASEDE”,  que convive con otros 8.000 metros cuadrados de instalaciones municipales y espacios públicos. Entre otros, destacan una escuela infantil, un centro para mayores, una escuela de música, un restaurante, una terraza, espacios multidisciplinares para eventos, un showroom y un aparcamiento con 466 plazas.

Un espacio multidisciplinar abierto a toda la sociedad
En el centro del edificio encontramos un jardín interior que ordena los distintos espacios. El proyecto, que ha tenido un coste de 37 millones de euros sufragados por el COAM con cargo a su patrimonio inmobiliario, establecía un marco de viabilidad, presupuesto y calendario que se han cumplido de forma ejemplar por parte de todos los agentes e instituciones que han intervenido en el proceso. Dicha actuación se incardina en el Plan Especial de Rehabilitación del Centro Urbano de Madrid, promovido por el Ayuntamiento.

Las Escuelas Pías de San Antón

Las Escuelas Pías de San Antón fueron durante muchos un colegio de renombre y tradición en Madrid, con numerosos avatares históricos. El edificio original data del siglo XVIII; la Iglesia barroca de San Antón fue declarada Bien de Interés Cultural por Decreto 39/1995 de 20 de abril de la Consejería de Educación y Cultura (BOCM 11 de mayo de 1995).

El 14 de noviembre de 1995 el colegio sufrió un incendio y hubo que derribar de urgencia una buena parte de su superficie, en especial la parte que da a la calle Hortaleza y la colindante con la Iglesia de San Antón, quedando como único vestigio en esta zona la fachada.

Durante años se intentaron soluciones de reutilización y restauración, que por diversos motivos no salieron adelante, hasta que en el año 2005 el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y el Ayuntamiento de Madrid pactaron que el COAM construiría allí su nueva sede, aprovechando la ocasión para mejorar las condiciones del barrio y dotarle de nuevas instalaciones, convirtiéndola en un área de oportunidad.

Así pues, en 2005 ambas instituciones convocaron un concurso internacional de ideas, a través de la Oficina de Concursos de Arquitectura de Madrid, al que  se inscribieron casi doscientos equipos de todo el mundo, siendo el ganador del concurso el arquitecto Gonzalo Moure, gracias a una propuesta que ponía en valor las virtudes públicas de la oportunidad, proponiendo un edificio calmado, en que el protagonista era el nuevo espacio público, el jardín, ganado para la ciudad.

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